29 Ago Hacienda visitó 2.300 negocios para detectar ventas ocultas y las sanciones medias fueron de 100.000 euros
Hacienda realizó el año pasado 2.300 visitas para detectar ventas ocultas. De ellas, más de 1.400 inspecciones fueron dirigidas a autónomos y pymes y se saldaron con una regularización media de 100.000 euros por negocio.
La Agencia Tributaria llevó a cabo el año pasado más de 2.300 visitas a autónomos y empresas para detectar ventas ocultas. En la mayoría de estas inspecciones in situ, el negocio terminó pagando una media de más de 100.000 euros por la regularización de los ingresos que no había declarado y la sanción correspondiente.
Según el último balance de actuaciones de la Agencia Tributaria, en 2022 se produjeron 29.086 actuaciones presenciales de verificación en negocios de todos los tamaños y sectores. La mayoría de estas inspecciones van dirigidas a detectar algún tipo de infracción relacionada con la ocultación de ingresos Sin embargo, 2.312 visitas se realizaron exclusivamente para detectar ventas ocultas, una infracción que se realiza casi siempre a través de los conocidos ‘software de doble uso’.
Hacienda aprobó en 2021 una ley antifraude que endureció las sanciones contra los negocios por la mera tenencia de un programa capaz de llevar una contabilidad en B. Estos software generan dos tipos de entrada: una visible, con los ingresos que se declaran, y otra oculta, con las ventas que se esconden para evadir impuestos.
A raíz de esta ley, la Inspección ha aumentado el control sobre este tipo de infracciones y ha endurecido las multas a los negocios que ocultan sus ingresos. Tanto es así que en 2022 se desarrollaron un 4,4% más de actuaciones para detectar ventas ocultas que el año anterior.
Más de 1.400 visitas a autónomos por ventas ocultas y sanciones medias de 100.000 euros por negocio
Concretamente, la Inspección desarrolló el año pasado 2.312 actuaciones en las que se logró poner de manifiesto la existencia de ventas que el contribuyente había ocultado a la Administración tributaria. En estas visitas, Hacienda abrió 1.407 expedientes a autónomos y pequeños negocios donde se regularizaron 265 millones de euros en cuotas descubiertas por ventas ocultas.
Esto significa que cada una de las actuaciones de la Inspección a los negocios se saldó con una regularización media de más de 100.000 euros.
Habitualmente, la Agencia Tributaria tiene tres maneras de comprobar que un contribuyente cumple con sus obligaciones. La primera y más habitual es la comprobación sin personarse en el negocio, a través de un requerimiento para verificar información. En 2022 hubo más de 1,8 millones de actuaciones de este tipo, que pueden acabar en una paralela.
La segunda y menos frecuente es la visita acordada -el año pasado hubo casi 30.000-, donde un técnico se pone en contacto con el asesor del autónomo y acuerdan el día y hora para personarse en el negocio. «Cuando se hace esto es, o bien para recabar datos que luego se centralizan en los sistemas informáticos o bien para confirmar sospechas. En el caso de las ventas ocultas normalmente se buscan indicios de que hay más actividad o ingresos de los que se están incluyendo en las declaraciones trimestrales», explicó el secretario general de Gestha.
Si bien es cierto que en la mayoría de los casos las inspecciones a los autónomos se realizan sin necesidad de hacer una visita presencial, para las ventas ocultas suele ser necesario que algún funcionario se persone para poder comprobar y demostrar la existencia de ingresos que no se han declarado. Especialmente en el caso de los programas de doble contabilidad.
La mayoría de inspecciones a los autónomos van dirigidas a destapar ingresos sin declarar
Según explicó la Agencia Tributaria a través de su balance de resultados, la finalidad fundamental del Plan de Visitas de la Inspección es el control in situ de obligaciones formales y registrales en «distintos sectores de riesgo», con el objetivo de detectar irregularidades que pongan de manifiesto «rentas no declaradas y otras manifestaciones de economía sumergida».
En 2022, hasta el 31 de diciembre, se realizaron 29.086 actuaciones presenciales de verificación formal, lo que supone un 21,4% más que el año anterior, acercándose ya a los niveles previos a la pandemia (30.725 en 2019).
Aunque no todas estas inspecciones van exclusivamente dirigidas a destapar ventas ocultas, en casi todas ellas se buscan infracciones vinculadas a ingresos que no se han declarado. Por ejemplo, en el Plan de IVA, las visitas suelen ir dirigidas a detectar que los negocios no han incluido en sus autoliquidaciones todos los ingresos que han obtenido.
Las visitas sirven para verificar que el negocio no ingresa más de lo que declara
Según explicó José María Mollinedo, secretario general de Gestha, en 2022, en el plan de control tributario lo que se planteaba para estas visitas era reducir la economía sumergida. Para ello, se acude a esos establecimientos y se comprueba cuál es el volumen total de ingresos para verificar si corresponden con lo que se declara. Esto se puede hacer, por ejemplo, a través del total de la caja y del datafono. De este modo, se ven las ventas realizadas y se comparan a las declaradas».
Normalmente, casi todas las infracciones relacionadas con la economía sumergida tienen que ver con negocios que suelen manejar mucho dinero en efectivo y que no declaran en sus autoliquidaciones trimestrales una parte de lo que han ingresado. Esto se puede hacer ocultando las ventas a través de software para poder emitir un ticket para el cliente o simplemente no emitiendo factura y dejando de declarar parte de los ingresos.
En algunos casos, para comprobar que existen ventas ocultas es necesario personarse en el negocio y, dependiendo de su actividad, verificar si lo que registra en la caja y en el datafono, y su volumen de actividad corresponde con lo que se comunica y paga a Hacienda.
Estas comprobaciones de ventas ocultas, según explicó el secretario general de Gestha, «dependen mucho del sector. En función de cada actividad hay múltiples aspectos que se pueden verificar y que están relacionados con la forma que tiene de trabajar ese negocio«.
Por ejemplo, explicó Mollinedo, «si es un establecimiento hotelero, una manera de verificar cuánta actividad tiene y si corresponde a lo declarado es el número de habitaciones ocupadas. En hostelería, podrían ser las mesas«.
Nuevas sanciones por tenencia de software de doble contabilidad
Desde la entrada en vigor en julio de 2021 de la Ley antifraude, Hacienda no sólo ha aumentado el control sobre los denominados «software de doble uso», sino que también ha endurecido las sanciones para los negocios que tienen este tipo de programas.
Esta ley establece por primera vez «la obligación, por parte de los productores, comercializadores y usuarios, de que los sistemas y programas informáticos o electrónicos que soporten los procesos contables, de facturación o de gestión de quienes desarrollen actividades económicas, garanticen la integridad, conservación, accesibilidad, legibilidad, trazabilidad e inalterabilidad de los registros».
Pero no sólo eso, la norma también aclara, entre otras cosas, que «se sancionará con multa pecuniaria fija de 50.000 euros por cada ejercicio, cuando se trate de la infracción por la tenencia de sistemas o programas informáticos o electrónicos que no estén debidamente certificados, teniendo que estarlo por disposición reglamentaria, o se hayan alterado o modificado los dispositivos certificados».